Misericordia.
La mujer de negro vestida, más que vieja, envejecida
prematuramente, era, además de nueva, temporera, porque acudía a la
mendicidad por lapsos de tiempo más o menos largos, y a lo mejor desaparecía,
sin duda por encontrar un buen acomodo o almas caritativas que la socorrieran.
Respondía al nombre de la señá Benina (de lo cual se infiere que Benigna
se llamaba), y era la más callada y humilde de la comunidad, si así puede
decirse; bien criada, modosa y con todas las trazas de perfecta sumisión a la
divina voluntad. Jamás importunaba a los parroquianos que entraban o
salían; en los repartos, aun siendo leoninos, nunca formuló protesta, ni
se la vio siguiendo de cerca ni de lejos la bandera turbulenta y demagógica de
la Burlada. Con todas y con todos hablaba el mismo lenguaje afable y
comedido; trataba con miramiento a la Casiana, con respeto al cojo, y
únicamente se permitía trato confianzudo, aunque sin salirse de los términos de
la decencia, con el ciego llamado Almudena, del cual, por el pronto, no diré
más sino que es árabe, del Sus, tres días de jornada más allá de Marrakesh.
Fijarse bien.
A eso de las diez, la Casiana salió al patio para ir a
la sacristía (donde tenía gran metimiento, como antigua), para tratar
con D. Senén de alguna incumbencia desconocida para los compañeros y por lo
mismo muy comentada. Lo mismo fue salir la caporala, que correrse la
Burlada hacia el otro grupo, como un envoltorio que se echara a rodar por el
pasadizo, y sentándose entre la mujer que pedía con dos niñas, llamada
Demetria, y el ciego marroquí, dio suelta a la lengua, más cortante y afilada
que las diez uñas lagartijeras de sus dedos negros y rapantes.
«¿Pero qué, no creéis lo que vos dije? La caporala
es rica, mismamente rica, tal como lo estáis oyendo, y todo lo que coge aquí
nos lo quita a las que semos de verdadera solenidá, porque no
tenemos más que el día y la noche.
— Vive por allá arriba — indicó la Crescencia — , orilla
en ca los Paúles.
— ¡Quiá, no, señora! Eso era antes. Yo lo sé todo —
prosiguió la Burlada, haciendo presa en el aire con sus uñas — . A mí no me la
da ésa, y he tomado lenguas. Vive en Cuatro Caminos, donde tiene corral, y en
él cría, con perdón, un cerdo; sin agraviar a nadie, el mejor cerdo de Cuatro
Caminos.
— ¿Ha visto usted la jorobada que viene por ella?
— ¿Que si la he visto? Esa cree que semos
bobas. La corcovada es su hija, y por más señas costurera, ¿sabes?, y con
achaque de la joroba, pide también. Pero es modista, y gana dinero para casa...
Total, que allí son ricos, el Señor me perdone; ricos sinvergonzonazos, que
engañan a nosotras y a la Santa Iglesia católica, apostólica. Y como no gasta
nada en comer, porque tiene dos o tres casas de donde le traen todos los días
los cazolones de cocido, que es la gloria de Dios... ¡a ver!
— Ayer — dijo Demetria quitándole la teta a la niña —
, bien lo vide. Le trajeron...
— ¿Qué?
— Pues un arroz con almejas, que lo menos había para
siete personas.
— ¡A ver!... ¿Estás segura de que era con almejas? ¿Y
qué, golía bien?
— ¡Vaya si golía!... Los cazolones los tiene en
ca el sacristán. Allí vienen y se los llenan, y hala con todo para
Cuatro Caminos.
— El marido... — añadió la Burlada echando lumbre por
los ojos — , es uno que vende teas y perejil... Ha sido melitar, y tiene
siete cruces sencillas y una con cinco riales... Ya ves qué familia. Y
aquí me tienes que hoy no he comido más que un corrusco de pan; y si esta noche
no me da cobijo la Ricarda en el cajón de Chamberí, tendré que quedarme al
santo raso. ¿Tú qué dices, Almudena?
[…]
Cortó los despotriques vertiginosos de la Burlada,
produciendo un silencio terrorífico en el pasadizo, la repentina aparición de
la señá Casiana por la puerta de la iglesia.
— Ya salen de misa mayor — dijo; y encarándose después
con la habladora, echó sobre ella toda su autoridad con estas despóticas
palabras: «Burlada, pronto a tu puesto, y cerrar el pico, que estamos en la
casa de Dios».
Empezaba a salir gente, y caían algunas limosnas,
pocas. Los casos de ronda total, dando igual cantidad a todos, eran muy raros,
y aquel día las escasas moneditas de cinco y dos céntimos iban a parar a las
manos diligentes de Eliseo o de la caporala, y algo le tocó también a la
Demetria y a señá Benina. Los demás poco o nada lograron, y la ciega
Crescencia se lamentó de no haberse estrenado.
1. Aclaración de términos.
Pergenio: pergeño; traza, aspecto de una persona o
cosa.
2.
Estructura externa.
Fragmento en prosa de la novela de Benito Pérez Galdós
titulada Misericordia. La primera parte, los dos primeros párrafos, es
descriptiva: se describe el personaje de la señá Benina.
La narración comienza en el tercer párrafo y después
de una parte dialogada -en estilo directo-, al final se vuelve a utilizar
narración con la cual avanza la acción.
3.
Estructura interna: el texto presenta cuatro partes:
- Primera arte: 1/28: descripción detallada del
personaje de Benigna con los rasgos positivos que la diferencian de sus
compañeros.
- Segunda parte: 29/35: Marcha de la Casiana, la
caporala, la jefa del grupo de pobres, para ir a hablar con el sacristán de la
parroquia, momento que aprovechan los compañeros, especialmente la Burlada,
para criticarla.
-Tercera parte: 36/61: Sus compañeros critican a la
Caporala por ser rica y dedicarse a mendigar.
-Cuarta parte: 62/71. Reaparición de la Casiana para
imponer silencio y para avisar de que los feligreses estaban a punto de salir
de misa. Y después, recuento de las limosnas que recibe cada uno de los
menesterosos.
4. Tema.
Retrato del
personaje de Benina y descripción del ambiente de mendicidad en Madrid en la
segunda mitad del siglo XIX.
5. Resumen:
Galdós nos presenta en el texto una descripción del
personaje de Benigna en comparación con el resto de los compañeros mendigos que
pululan por el atrio de una iglesia buscando limosnas de los feligreses que
acuden a misa. Benina mendigaba solo ocasionalmente y además era diferente de
los otros porque vestía más decentemente, era más limpia y más educada en el
trato. De todos los mendigos, mantenía un trato especial con un ciego de nombre
Almudena.
Cuando la jefa del grupo de pordioseros, la Casiana,
abandona un momento la reunión, los demás aprovechan para criticarla por
dedicarse a pedir siendo rica. Su vuelta y la salida de misa les hace guardar
silencio. Una vez despejada la iglesia, hacen recuento de lo recibido.
6. Características de la novela realista presentes en
este texto.
El género al que pertenece el texto es el de la novela
que fue el género más típico del realismo. En general, la novela, como el texto
objeto de comentario, presentan unas características bastante semejantes:
- Reproducción de la vida cotidiana. En este caso cómo
es el mundo de la mendicidad en Madrid en la segunda mitad del siglo XIX.:
- Objetividad en la presentación de la acción.
- Novela comprometida con su tiempo: muestra el mundo
de una familia burguesa en decadencia. El escritor tiene un compromiso político
y como tal lo defiende.
-Utilización de un lenguaje común del pueblo:
reproduce los vulgarismos y localismos propios de los mendigos.
*Uso del artículo con nombres propios: la Casiana,
la Burlada.
*Arcaísmos: vos(34), ca(37), Golía
(52)
*Vacilaciones vocálicas: semos(35), melitar,
riales.
*Reducción de grupos cultos: solenidá<=""
span="">
Encontramos un retrato del personaje principal:
descripción detallada, minuciosa, precisa tanto de los rasgos físicos como
psíquicos.
El punto de vista narrativo es el de un narrador
externo en tercera persona con muestras de una total omnisciencia. El narrador
interviene en el relato comentando su papel y se dirige al lector para
orientarle en el sentido con el que ha de entender el relato: línea 14: Fijarse
bien. "No diré más".
Galdós ha elegido unos nombres simbólicos para sus
personajes: Benigna, que significa persona buena. Benina no duda en mendigar
para sustentar a la familia de su ama y a otros personajes que ve necesitados.
Galdós tiene poco cuidado e interés por la
belleza de la forma; en cambio es un vigoroso narrador y maestro en la creación
de ambientes y personajes. En este sentido, la consecución del ambiente de la
mendicidad lo consigue:
-Presentando un cuadro costumbrista, modalidad
iniciada con el romanticismo.
-Mediante los diálogos de los mendigos. Este diálogo
es ágil y fiel a la realidad.
Tal vez, el ejemplo más llamativo del uso instrumental
de la lengua sea la utilización de numerosos adjetivos, pero no con un afán
embellecedor, sino como muestra de precisión.
Galdós, en la utilización de la lengua, va a usar un
párrafo largo y frase amplia bien trabada mediante nexos causales, concesivos,
etc. e interrumpida por cláusulas aclaratorias, línea 4 (de lo cual se
infiere que Benigna se llamaba); línea 22 (donde tenía gran metimiento
como antigua)
Figura
|
Líneas
|
Cita
|
Interpretación
|
Hipérbaton
|
1
|
la mujer de negro vestida
|
Al anteponer el complemento circunstancial antes del
verbo se resalta la vestimenta de luto del personaje.
|
Paralelismo
|
10…
|
trataba con miramiento a la Casiana, con respeto al
cojo…
|
Repetición de las mismas estructuras sintácticas.
|
Enumeración
|
6…
|
bien criada, medosa y con todas las trazas…
|
Se aportan una serie de notas que se refieren a la
personalidad de Benina. Estas enumeraciones son propias de las descripciones.
|
Metáfora
(Personificación)
|
…la bandera turbulenta y demagógica de la Burlada…
|
En primer lugar encontramos una personificación al
atribuir a la bandera unas cualidades humanas. En segundo lugar, los pobres
se dividen en bandos, uno de cuyos líderes es la Burlada que se opone a la
Casiana. Esa bandera, término metafórico, se refiere a la capacidad de
liderazgo de la Casiana.
|
|
Símil
|
21
|
Eran sus manos como de lavandera
|
Figura propia de las descripciones. Manos limpias y
blancas.
|
32
|
…como un envoltorio que se echara a rodar…
|
Forma muy expresiva que sirve para explicar el
movimiento rápido de la Burlada.
|
|
Hipérbole
(Símil y metáfora)
|
34…
|
lengua más cortante y afilada que las diez unas
lagartijeras de sus dedos negros…
|
Exageración de lo parlanchina y pérfida que era la
Burlada. Al mismo tiempo, hay comparación de la lengua con las uñas que se la
presenta también con una metáfora con significado redundante de la de uñás
de cernícalo.
|
Hipérbole.
|
38
|
no tenemos más que al día y la noche
|
Exageraciones de la Burlada.
|
Personificación
|
16
|
no carecía de cierta gracia que, manoseada por la
edad,…
|
Se aplica a la edad la cualidad de manosear que solo
es posible en las personas.
|
Retrato
|
1/28
|
Descripción física y psíquica de Benina.
|
|
Metáfora
|
19
|
uñas de cernícalo…
|
Uñas largas, sucias… apropiadas para la rapiña, para
el robo.
|
39
|
he tomado lenguas
|
Término real: me he informado por las personas
apropiadas.
|
|
55
|
echando lumbre por los ojos,
|
Los ojos le brillaban de envidia.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.